jueves, 4 de enero de 2007

YO NO SOY RACISTA

Carlos Alonso Palate… Alonso ¿es nombre o apellido? No, yo lo digo porque todos estos sudacas tienen nombre de culebrón, igual se llaman Carlos Alonso que Jorje Arturo o Wilson Antonio, lo que les falta en la estatura les sobra en el nombre y luego que todos son iguales, con esa cara de indios. Oye, que yo no soy racista, pero las cosas como son, que no son como nosotros, que un amigo mío le alquiló a uno un piso que tiene en Usera -se lo compró para alquilarlo, como comprenderás no se iba ir a vivir él a ese barrio- y se metieron dieciocho, como te lo digo, dieciocho, que el piso estaba decentito para una familia modesta de cuatro o cinco personas, sin lujos pero muy arreglao y muy bien, que hasta calefacción tiene, ya me dirás para esta gente que viene de donde viene. Pues eso, lo que te decía, que se metieron allí hacinados, hasta en sacos de dormir por el suelo y se turnaban, ya sabes, lo de la cama caliente; vamos, que cuando se levantaban unos por la mañana, se acostaban los que
trabajaban por la noche, una guarrería, que lo pienso y me dan arcadas¿ te imaginas meterte en la cama que acaba de dejar otra persona? Pero es que es otra sensibilidad, hombre, que para ellos esto es Jauja, sabe Dios si en su país no dormirían en el suelo. Y claro, el piso lo dejaron como lo dejaron y además mi amigo para cobrar se las vió y se las deseó porque entran y salen sin parar, les surje un trabajillo en otra parte y échales un galgo. Y esa es otra, lo del trabajo, que es que sirven para todo, tío, lo mismo están en la construcción, que recogiendo la fresa, que de dependientes en la pescadería, que en un taller de coches y a mi me parece que no se puede saber de todo, ah, pero ellos sí, ellos saben de todo y se están cargando el mercado laboral, que los de aquí no encuentran un trabajo decente porque todo lo tienen copado, que lo que yo digo, lo primero los españoles. Y no me entiendas mal, que yo no soy racista. Y luego, eso sí, los mismos derechos que cualquiera, que no tengas que ir a un hospital porque te puedes hartar de esperar, están las urgencias llenas de sudacas, que es que parece que van en pandilla. ¿Y los colegios? pues igual, que es que son como conejos, un niño tras otro y están los públicos y los concertados plagados de inditos; y yo, pues que quieres que te diga, pues que no quiero eso para mis hijos, francamente, que uno se esfuerza para que tengan una educación y esta gente baja el nivel, así que si quieres que tus hijos se eduquen como Dios manda te tienes que gastar la pasta. Y, oye, que yo no soy racista, que los tengo mucho respeto, pobre gente, también tienen derecho.

Mira, la que cuida a mi madre es una jeta que no te imaginas; he tenido que poner un candado en el teléfono porque llamaba a su país una vez a la semana, ya sabes, les das la mano y se cogen hasta el codo. Y ahora me ha dicho que se quiere quedar externa, que ha cogido una habitación porque ha venido su marido de Ecuador y, claro, no es plan; pretende entrar a las nueve de la mañana y salir a las nueve de la noche y ya me dirás qué hago porque está empeñada en dormir con su marido todas las noches, que digo yo que tampoco hace falta tanto, que es que parecen animales y, oye, si no se puede no se puede, así se cogerán con más ganas el sábado.

Pues sí, parece ser que son dos ecuatorianos, que no sabes el susto, a esa hora se iba mi cuñado a pasar el fin de año a París y, bueno, hasta que llamó y dijo que estaba bien no respiré, imagínate. Y bueno, pues mala suerte, oye, que si viven aquí, viven aquí como cualquiera y les toca lo que les toca. A las duras y a las maduras...

MADRID POR LA PAZ, CONTRA EL TERRORISMO. Sábado, 13 de enero 18 horas Colón-Puerta de Alcalá. APOYO A LA COMUNIDAD ECUATORIANA EN MADRID.