lunes, 28 de enero de 2008

LA LONJA

Esto ni siquiera tiene el glamour de una subasta de Sotheby's, llena de millonarios que levanten discretamente la mano para pujar por una obra de arte. Esto se parece más a una lonja de pescado a la baja, donde los pescadores vocean la mercancía, a ver quién vende más barato y los compradores esperan la mejor oferta sin mover un dedo.

Yo me pregunto dónde han quedado las ideologías, si una campaña electoral se reduce a vender beneficios personales -y personalizados- inmediatos y mejor cuanto más tangibles y cuantificables.

Aquí nadie habla de justicia, ni de solidaridad, ni de reparto de la riqueza, ni de profundizar en la democracia y en los derechos de las personas. Se está fomentando un sentido individualista de la política y de la vida que no creo yo que nos lleve a nada bueno. Los argumentos que se están utlizando basan el voto en el interés personal en lugar de en el interés colectivo y global.

Me aburren mucho las campañas electorales, pero quiero creer que los programas contienen algo más de sustancia que las mezquindades que entresacan los medios de comunicación. Nos deberían preguntar, por ejemplo, si queremos que nuestro país apueste por África, que se implique en la cancelación o al menos la disminución de la deuda y que aumente su contribución al Banco Africano de Desarrollo. Quizá alguien debería contarnos que España cooperará a que se implante una democracia real en América Latina y que su ayuda se encarrilará a fortalecer unas instituciones que ahora están en manos del dinero y de la corrupción y a desarrollar programas de educación entre los paises desamparados.

Yo creo que estas cosas y otras como profundizar en los derechos sociales de los españoles, la atención a los niños y a los viejos, la sanidad pública -repito, pública- la lucha contra la pobreza y la exclusión social, quizá ilusionaran más al personal. A mi me da que valen más de cuatrocientos euros.