viernes, 7 de marzo de 2008

EL CAMPO DE MINAS

Creo que todos nos lo temíamos, yo al menos me lo temía. Desde que empezó la campaña vivo con la sensación de estar atravesando un campo de minas y cada día que pasaba, por un lado iba quedando atrás más terreno, se iba acercando la orilla y eso era un alivio pero por otro, cuanto menos terreno quedaba por cruzar más aumentaba el peligro. Y al final la mina ha estallado.

En este momento todo lo que se pueda decir respecto a la tragedia humana que representa la irrupción de la muerte -y de una muerte violenta e inesperada- en una familia, es una obviedad que suena a tópico. Yo me siento incapaz de meterme en la piel de esa mujer y de esa hija, abrazadas a su marido y a su padre mortalmente herido, empapándose en su sangre. Es tan enorme que las palabras son inútiles, se quedan muy cortas, no aportan absolutamente nada.

Tampoco puedo decir nada que no suene a hueco de tan gastado, sobre los asesinos; sólo se me ocurren los mismos juramentos de siempre, y recurrir a mi repertorio de improperios, tan insuficiente, tan ridículo para lo que merecen.

Lo que sí quiero expresar es mi admiración a la gente corriente de Euzkadi, a la que sale todos los días a la calle y atraviesa el campo de minas. A la gente como Isaías Carrasco que se juega la vida -y muchos la pierden- militando en un partido político no nacionalista. Era un tipo corriente, un trabajador con una mujer y unos hijos que además militaba en un partido político y eso le ha costado la vida. Y quitarme el sombrero ante todos los que el domingo tengan el valor de ir a votar en Euzkadi, atravesando el campo de minas.

Pero sí quiero decir que oír la frase "unidad contra ETA" en según que bocas, precisamente hoy, me produce náuseas. Precisamente hoy, contemplar los juegos malabares que hacen algunos con las palabras, para decir sin decir lo que lo que no han parado de decir en cuatro años, me parece patético.

El ínclito señor Alcaraz hace unos días vaticinó que ETA anunciaría el alto el fuego poco antes de las elecciones. Se le ha debido estropear la bola de cristal.

Reflexionemos mañana, reflexionemos.