lunes, 8 de marzo de 2010

8 DE MARZO



















Te quisiera decir que yo conozco
el efecto letal de tu sonrisa
cuando la usas sin venir a cuento.

Ahora toca estar triste
y tú vas y sonríes sin pensarlo dos veces.

Sé que muchas mañanas,
dibujas con el dedo en el cristal
el rumbo previsible de una gota de escarcha,
sonríes y te lanzas a la calle.

No tienes que explicarme que no cumples
con los planes previstos;
sonríes y caminas
en sentido contrario al de la flecha.

Que hablas un idioma
para todas mis hijas,
para todas sus madres.
Y para las mujeres que ríen a deshora.