domingo, 3 de octubre de 2010

DULCE DERROTA

Hoy tengo una alegría entreverada, como el buen jamón, de envidia negra.

Ayer vi en internet que estaba seleccionada para el primer premio de poesía "JUAN VAN HALEN", convocado por el Ayuntamiento de Torrelodones, al que tuve la osadía de presentarme. No sé si lo habría hecho de haber sabido que también se presentaba él, mi maestro, al que debo todo lo que sé de este ingrato y apasionante oficio.

No estaba nerviosa, esa es la verdad; esperaba el resultado con la misma fe con la que miro el cuponazo. Solo haber pasado la primera selección y estar entre los finalistas ya era para mí un gran triunfo.

Y esta mañana, al abrir el correo, me he encontrado con la noticia: lo ha ganado Enrique Gracia Trinidad, ex aequo con Aurora Salvador Rosa a quien no tengo el placer de conocer.

Saber que el ganador ha sido él -mi maestro, insisto- endulza mi derrota. No sé si llegaré alguna vez a algo; dado la edad que tengo, no me queda mucho tiempo; pero sí sé que estoy en el buen camino gracias a su ejemplo y a sus enseñanzas. Su designación dotará de prestigio a este premio literario recién nacido y elevará el nivel de exigencia para años posteriores y eso siempre es bueno para la poesía.

Aunque ya lo he hecho personalmente, quiero mandarle desde aquí mi abrazo más apretado y mi felicitación más sincera.

ENHORABUENA, MAESTRO.