lunes, 4 de abril de 2011

Hasta siempre, Zuñi.

Sí, hoy es un día extraño, tan extraño
que apetece morir a pierna suelta.
(José Luis Zúñiga)

Por raro que parezca
todo sigue en su sitio mientras mueres.

Hay un gajo de luna milimétrico
colgado en la ventana, dice el parte
que viene buen destiempo.

La bala que apuntaba tu cabeza
ha acertado de plano
reventando tus versos en la noche;
el disparo ha sonado en mis oídos
con esa voz heroica de aquel viernes.

Han sido pocos meses
desde que nos tomamos unas cañas
después de una lectura
y yo volví a creer que los arcángeles 
quizá están en la tierra.

Ha muerto un hombre bueno
y, por si fuera poco, un gran poeta.

No encuentro la postura, tengo insomnio
y es que me duele el alma demasiado.

Tú, mientras tanto,
vas y te quedas muerto a pierna suelta.