viernes, 22 de junio de 2012

ESAS VECES

Hay veces que lloramos porque llueve
y el olor de la tierra
o porque nunca llueve, el sol abrasa
y un perro cojo
vadea a duras penas el asfalto.

Hay veces que un abrazo nos desborda
el cauce de las lágrimas
o suena el móvil y -qué tal, mamá.
-Todo va bien, mi niña.

Hay veces que las flores se nos secan
porque es así la cosa
y se ha cumplido el ciclo
¡Bueno estaría que duraran siempre!


A veces, simplemente, ocurre que lloramos.