martes, 4 de marzo de 2014

LA FUENTE DE LAS LÁGRIMAS

La vida no es fácil.
Es más fácil llorar, arrepentirse.
(Jaime Sabines)

Necesito una pena que me inunde
una pena invasiva que atraviese mi piel
y licúe el dolor fosilizado.

Que disuelva mi rabia, que me funda por dentro
como se funde el plomo,
para mirar el mundo con ojos exculpados
de míseros rencores.


Necesito una pena que me llegue de fuera
no que me nazca dentro
y me envenene el alma.


Una tristeza intacta,
sin estrenar apenas,
una ola de espuma que reviente y me anegue
con un agua limpísima.

Y llorar y llorar interminablemente,
sin límite de tiempo y sin caudal medido,
hasta quedar exhausta.

Porque se me ha secado la fuente de las lágrimas.