Mi amigo Pepe Ramos, que no tiene vergüenza propia y mucho menos ajena, me ha invitado a recitar esta noche en el garito cuyos recitales él coordina: VERGÜENZA AJENA, calle Galileo, 56. Es a las 9 de la noche, horario orientativo, pues como Pepe dice, la puntualidad y los poetas son como el agua y el aceite.
Una servidora va de poeta invitada, lo cual quiere decir que leeré durante un rato y luego habrá micro abierto y grandes premios en metálico, es decir, en copas.
También se pueden comer cosas ricas y las risas están aseguradas con las ocurrencias del anfitrión, que son inagotables.
Nos vemos luego.