viernes, 23 de octubre de 2015

LLEGÓ EL DÍA



Bueno, pues ya llegó el día. Mañana a estas horas estaré volando hacia Nueva York, para hacer una escala de dos horas antes de subir a otro avión que me llevará a Washington, mi destino definitivo.

Voy a estar allí dos semanas y durante ese tiempo este blog quedará paralizado, así como mi presencia en Facebook. Voy a desconectar de este mundo virtual para centrarme por completo en Álvaro. Me han dicho que Washington es un precioso lugar donde hay muchas cosas interesantes que ver: el Capitolio, el Obelisco, la Casa Blanca, la estatua de Lincoln, diversos museos, en fin, muchas maravillas. Pero no voy con espíritu de turista, voy con espíritu de abuela. Y de madre, claro, pero Marta y Arnaud se irán a su trabajo y yo me quedaré con Álvaro, que va a hacer novillos de la guardería durante esos días.

Va a ser una terapia intensiva de ternura, la que él me da sin saberlo y la que le daré yo a él, toda la que me sobra y no sé dónde poner. Por eso a veces la malverso en el lugar equivocado y otras se me escapa por el desagüe de la poesía. El pobre no sabe la que se le viene encima.

Pues eso, amigos, que seáis buenos y nos vemos a la vuelta. Abrazos a repartir.