sábado, 17 de junio de 2017

GINTONIC

Hoy, tras mucho pensar, he decidido
inventarme una vida,
dejar de lamentarme por lo que ya no tiene
ninguna solución ni vuelta atrás
y fabricar recuerdos que nunca sucedieron.

A quién va a interesar, al fin y al cabo,
que sea o no verdad lo que yo cuente;
a esta edad lo que importa es tener una historia
que despierte en los otros una pizca de envidia
y una añoranza dulce en nuestras noches.

¿Recuerdas aquel día -¡qué torpeza!-
que se vertió el gin tonic?
Cayó por la abertura de mi escote
y estabas tan sediento que bebiste
las gotas que rodaban por mi pecho. 
Era tanto el calor que nos pasábamos
los cubitos de hielo, goteaban
en tu boca y la mía.

Y más tarde encontraste
una piel de limón sobre mi vientre
y algún granito de pimienta rosa.

-Ya no me gusta el whisky, tomaría...
un segundo gintonic.

-Pero esta vez será con cardamomo...