sábado, 19 de mayo de 2018

A RATOS


Hay ratos que te odio
y que te mataría muy despacio,
ardiendo lentamente entre mis piernas.

Hay ratos que te amo
como a una ensoñación,
como aman los ángeles sin sexo.

jueves, 17 de mayo de 2018

Y PARA QUÉ

Y para qué escribir si ya está todo dicho,
si aquel atardecer que vimos juntos,
perdidos en la cama,
fue mucho más hermoso
que el más embaucador de los poemas,

si me siento incapaz de describir
la humedad de tu lengua
y aquella risa floja que nos acometía
-sin saber ni por qué y era por nada,
simplemente porque éramos felices-
cuando después de amarnos
fumábamos a medias el penúltimo.

Ni cómo me gustaba que me vieras desnuda
y sentir tu deseo navegándome.
Entonces lo sabía. Sabía que mi cuerpo
era más elocuente que todas mis palabras.


lunes, 14 de mayo de 2018

UN INSTANTE


Todo ocurrió en apenas un instante.
Nuestras bocas estaban
a mil revoluciones de deseo
y unos pocos centímetros.
Y a un abismo de vida.

Yo me pasé la lengua por los labios
y tú, por hacer algo,
te mesaste la barba levemente.

Luego nos separamos,
dijimos hasta pronto
y nos dimos un beso en la mejilla
así, como se besan los amigos.

viernes, 11 de mayo de 2018

CONTRADICCIÓN

No alcanzo a comprender
esta contradicción entre mi cuerpo,
derrotado, cansado, dolorido.
y esta urgencia imperiosa de tenerte.

No alcanzo a comprender
que cuánto más me duela más te ame.

lunes, 7 de mayo de 2018

CUMPLEAÑOS

Me gusta el mes de mayo
y este número siete un poco bíblico
en que le dio a mi madre por nacerme.

Por lo visto ese día —me han contado—
mi padre no fumaba
recorriendo el pasillo de la clínica,
era el mar el que oía sus rezos y acogía
el humo de un cigarro tras otro en la cubierta.

En este cumpleaños de dos mil dieciocho,
cuando cumplo una edad
que me acerca a la muerte sin remedio,
tengo que recordarle aquella madrugada
en que su soledad se disolvía
en la espuma de mar que cortaba la proa.

Nunca nadie escribiera una declaración
de amor como la suya: “Viva
la madre que te parió”, aún puede leerse
en aquel telegrama que a mi nombre,
a nombre de su hija, borroso y enmarcado,
hoy cuelga en mi pared.

Ya va quedando menos. Hoy miro los tesoros
que guardo aquí, en mi casa,
tan pequeña y tan cálida,
tan hecha a soportar mis soledades.

No me podré llevar mi música y mis libros,
ni tan siquiera aquellos dedicados 
por la gente que amo.
Y a lo mejor me dejo algo que me delate, 
por ejemplo tu nombre
escrito con el dedo sobre el polvo.

Violarán mis secretos
cuando yo no esté aquí para negarlos.

Por eso en esta noche
en la que todavía estoy a tiempo
quiero ser yo, con mi voz y mi carne
-y no ningún curioso entrometido-
quien te diga al oído que te quiero.

domingo, 6 de mayo de 2018

PRIMAVERA

Me parece imposible que estés tú tan ajeno
a esta primavera que, a deshora,
ha irrumpido en mi otoño, que no oigas mis latidos
que parecen campanas resonando en mi pecho,
ni te llegue el aroma
a cantueso y a jara que me envuelve
si te pienso a mi lado.

¡Es todo tan absurdo!
Esta sonrisa idiota que dibuja mi boca
tan solo por saber que estás en algún sitio,
no quiero ni pensar cómo sería
si acaso fuera cierto.